21 años de confianza, amistad y alegría
Hace más de dos décadas, Fulton Zambrano llegó a Nueva York desde Guayaquil, Ecuador, con el deseo de construir una vida estable y llena de oportunidades. Recién llegado a Raleigh, escuchó de unos compañeros de trabajo sobre una institución financiera distinta, pensada para servir y apoyar a la comunidad: la Cooperativa Latina.
En 2004, decidió visitar la sucursal de Wake Forest Rd. Lo que comenzó como una simple apertura de cuenta, pronto se convirtió en el inicio de una relación sólida y duradera. “Me dijeron: hazte socio, saca crédito… y desde ahí ya empecé”, recuerda con una sonrisa. Fue en la cooperativa donde comenzó a construir su historial crediticio, lo que le permitió acceder a préstamos, comprar un automóvil y realizar inversiones en su país natal. Con esfuerzo y buena administración, Fulton ha sabido aprovechar cada oportunidad, invirtiendo en propiedades y fortaleciendo su estabilidad financiera. Pero para él, la cooperativa es mucho más que un lugar para manejar su dinero: es una comunidad que lo ha acompañado en cada paso.
Durante estos 21 años, Fulton ha forjado amistades entrañables con el personal. Conoce a muchos por su nombre, y ellos lo reconocen como un socio especial que siempre llega con una palabra amable, una sonrisa y, en ocasiones, un pequeño detalle traído de sus viajes. “Aquí todas me conocen. Siempre que vengo es alegría. Me gusta ser amiguero, siempre en conversación”, dice orgulloso. Su energía y su carácter festivo lo han convertido en un socio querido. Amante de la salsa y las reuniones sociales, Fulton contagia entusiasmo a todos los que lo rodean. “Si me invitas a una fiesta, no descanso. Soy muy rumbero y me gusta hacer amigos”, cuenta entre risas.
Hoy, con más de dos décadas como socio, Fulton tiene un mensaje claro para quienes llegan por primera vez a la cooperativa: “Que se sientan seguros aquí. La cooperativa le da a uno la facilidad para préstamos, vivienda, automóvil… y lo más importante: que lo tratan bien.” Para Fulton, LCCU es más que un lugar donde deposita su dinero: es un espacio donde se siente en casa, rodeado de confianza, cercanía y calidez humana. Y esa, sin duda, es la razón por la que su historia sigue sumando capítulos llenos de alegría.